Si
se nos ocurriera pensar que la maratón de un niño es una carrera de
3 kilómetros y que el lanzador se debe entrenar con una bala de 4 kg,
aplicando las proporciones anteriores, entonces comenzaríamos a
cometer un error que se paga bien caro en el futuro. El entrenamiento
del niño debe ser lo más integral posible, por lo que las
capacidades motrices deben ser atendidas siguiendo un patrón de
relativa proporcionalidad, observando sobre todo, los períodos
sensitivos para el desarrollo de dichas capacidades y la maduración
biológica individual; pero lo más importante es que el niño tiene
que jugar, pues ésta es su principal actividad. Al respecto, la
observación de Thompson (3) resulta muy importante “Los niños no
aguantan el ejercicio tan bien como los adultos. Son mucho menos
concientes de sus límites reales.” En
los deportes colectivos, donde se manifiesta siempre una gran
variabilidad en todos los sentidos, la estructura de rendimiento
resulta también variable, por lo que deben atenderse todas las
posibles manifestaciones del deporte en particular, como es el caso
del Balonmano, tan creativo como el Baloncesto y tan dinámico como el
Fútbol o el Voleibol. En
relación a la temática, expondremos nuestras experiencias en el
Centro Experimental de Desarrollo Atlético, donde se llevó a cabo un
programa de preparación de jóvenes deportistas, dirigido por Alonso,
R. y Pila, H.(4) que permitió el enfoque del entrenamiento de las
escuelas deportivas de Alto Rendimiento del país que hoy rinden sus
frutos en la arena internacional. Este
experimento se desarrolló durante dos años y se aplicó un programa
de preparación multiforme con niños de ambos sexos, en edades que
oscilaban entre los 12 y 13 años con una matrícula de 136 (80 niños
y 56 niñas) . Los deportes escogidos fueron: Atletismo, Baloncesto,
Balonmano, Béisbol, Fútbol, Gimnasia Básica, Judo, Levantamiento de
Pesas, Polo Acuático y Voleibol. El
programa fue concebido de la siguiente forma:
Diariamente
los alumnos dedicaban una sesión a las actividades docentes y la otra
a la práctica deportiva que realizaban durante 3 horas. Las
actividades generales comprendían la práctica proporcional en tiempo
de todos los deportes seleccionados y la específica se refiere al
deporte en el que los niños mostraban mayores aptitudes. Durante los
dos primeros semestres, no sólo se garantizaba una preparación
multiforme, sino que también se podía precisar el deporte ideal para
cada uno, pero el mantenerse vinculado en los semestres siguientes con
esta tendencia general, permitió corregir la selección en el 28% de
los participantes del experimento durante los semestres tercero y
cuarto. El fundamento de este programa se relaciona con las ideas expresadas por Alonso(5) cuando afirma: En
esta primera etapa (pubertad y adolescencia) de la formación de
atletas, los entrenamientos, al menos en el primer año, deben tener
un carácter de Preparación Física General-Multilateral-Integral;
donde el alumno pueda desarrollar una amplia base de hábitos motores
y desarrollo físico (biológico), los cuales facilitarán el
aprendizaje de técnicas deportivas avanzadas del deporte al cual
finalmente se dedicarán, Es decir, en este período (de 1 año mínimo)
que estamos mencionando, el objetivo fundamental de la preparación es
desarrollar a los alumnos para el deporte y no para una especialización
temprana deportiva.
El
esquema de la forma física podría representarse en el caso que
exponemos, con la estructura siguiente:
Se
ilustra aquí el desarrollo proporcional de las capacidades y el orden
de su entrenamiento sólo responde a la lógica en la dinámica de las
sesiones de entrenamiento y en las microestructuras de la preparación. Los
frutos de este interesante trabajo no fueron sólo deportistas, pues
las experiencias en el campo de la Teoría del Entrenamiento Deportivo
y la Medicina Deportiva resultaron notables, dando lugar a la escuela
deportiva cubana que tantos triunfos cosecha en la actualidad.
Comprendimos en la práctica que no vale la pena acelerar el
desarrollo biológico de los practicantes y que generalmente los
retardados en el desarrollo sexual tienen mayores potencialidades para
el triunfo en el futuro. De la citada matrícula, el 43% logró
conformar la selección nacional en diversos deportes y el 12% obtuvo
triunfos internacionales en la siguiente década. Posteriormente,
contagiados con la corriente de la especialización temprana, se trató
de cambiar esta concepción en los Centros de Alto Rendimiento de
provincias y de una matrícula superior en todo el país (más de 3000
atletas), sólo el 0,3% pudo obtener resultados de élite
internacional y engrosaron las filas de la preselección nacional tan
sólo el 2,6% del total. Los cálculos de gastos innecesarios fueron
enormes; pero en última instancia esto no fue el peor problema, sino
la cantidad de niños que sufrieron frustraciones, que pudieran
arrastrar de por vida. La
frustración constituye el daño más notable que se le puede causar a
un atleta, cuando después de asegurarle que podrá incursionar
exitosamente en el Alto Rendimiento, le decimos un día que las
expectativas eran falsas y que sus posibilidades de éxito están en
otra esfera. Frustración,
estado emocional que se produce en el individuo cuando éste no logra
alcanzar el objeto deseado. El
origen de la frustración puede ser de tipo externo o interno,
dependiendo de si es provocada por el entorno (el fruto está en el árbol
pero el jardinero vigila) o por el individuo mismo (su moral le prohíbe
rondar por el lugar). Las reacciones a la frustración no están sólo
condicionadas por la naturaleza del objeto o agente frustrante, sino
por la personalidad del individuo. De manera general, la respuesta del
individuo ante la frustración puede ser agresiva, de tristeza o
depresión. Algunos psicólogos vinculan la frustración a la agresión,
que puede estar dirigida hacia el obstáculo que impide alcanzar el
objeto deseado o contra uno mismo; cuando la agresión es inhibida
provoca la regresión. Las
frustraciones pueden ser conscientes o inconscientes. En el primer
caso no distorsionan la personalidad, pero si forman parte del
inconsciente e implican una fuerte descarga emocional y pueden
ocasionar una neurosis. Algunos psicólogos consideran que la
tolerancia de la frustración es un factor primordial en la adaptación
del individuo. El psicólogo estadounidense Saul Rosenzweig es autor
del PF (picture frustration),
test de frustración utilizado para evaluar la personalidad del sujeto
a partir de las respuestas que emite ante una serie de dibujos que
representan situaciones frustrantes. Hoy, este test es utilizado con múltiples
variantes en psicología infantil.[1] Debemos
destacar que también pueden ser causas de la culminación temprana de
la carrera deportiva una incorrecta selección, factores sociales
(fundamentalmente en la familia), factores económicos, pérdida de la
motivación, etc. Para ilustrar la forma de trabajo en el programa multidisciplinario, exponemos a continuación un ejemplo de organización por deportes en un microciclo de 5 días, tomando como referencia un grupo. DISTRIBUCIÓN
DE DEPORTES POR UNIDADES DE ENTRENAMIENTO
ACENTOS
DE TRABAJO POR UNIDADES DE ENTRENAMIENTO
Como
se puede apreciar, las capacidades rapidez y flexibilidad son las que
se mantienen presentes todos los días, siendo frecuente también el
entrenamiento de la resistencia aerobia y el trabajo con la formación
de habilidades técnicas. Esta tendencia se relaciona con el período
sensitivo para el desarrollo de las citadas capacidades, las cuales se
comportan de forma estable, de acuerdo con el criterio de diversos
especialistas, a pesar de que en algunos detalles éstos no se han
puesto de acuerdo, no obstante expresaremos nuestra consideración al
respecto, partiendo de nuestras experiencias. PERÍODO
SENSITIVO PARA EL DESARROLLO DE
LAS CAPACIDADES MOTRICES.
Las
diferencias más notables entre los autores en lo referente al período
sensible la encontramos en el rango óptimo para el desarrollo de la
capacidad de resistencia aerobia. De
acuerdo con nuestra experiencias al respecto, no es prudente ser
absoluto en la definición de rangos, por lo que éstos sólo deben
tener un carácter orientador. En un estudio que realizamos en loas
Centros de Alto Rendimiento de Santiago de Cuba (Escuela de Iniciación
Deportiva Escolar y Escuela Superior de Perfeccionamiento Atlético)
comprobamos que con un entrenamiento multilateral de las capacidades
motrices, el mejoramiento promedio de los resultados de los atletas se
comportó en el rango de proporciones siguientes: FEMENINO
La
aceleración en el desarrollo de la resistencia observado en las niñas
coincide con lo planteado por Zintl(6) al afirmar que durante la
pubertad se observan los crecimientos más acentuados en la
resistencia aerobia, período que él sitúa entre los 11 – 14 años
para las niñas y de 12 a 15 para los niños. El citado autor refiere
además que “... la resistencia de base (resistencia aerobia) se
puede entrenar en todas las edades. La fase sensitiva (fase de mayor
entrenabilidad) se sitúa en la pubertad, sin embargo García Verdugo
y Xabier Leibar(7) no coincide con esta afirmación y al referirse a
las edades de 13 – 15 años aseguran que: “En
esta época, el niños entran en una crisis en sus procesos aeróbicos
tal y como se ha visto, motivado por el rápido crecimiento.
Generalmente el crecimiento es anterior al desarrollo, es decir
aumenta antes la estatura y la masa muscular que el aparato
circulatorio, por lo que los procesos aeróbicos se estancan o incluso
puede en algunos casos apreciarse recesiones con disminución del VO2
Max. Por
esta razón, el objetivo principal de los procesos aerobios debe ir en
dirección al mantenimiento y no se debe perder el tiempo intentando
desarrollar esta capacidad de forma importante, ya que no se encuentra
el atleta en fase sensible” Estos
autores aseguran que... “Antes de la pubertad, el niño se encuentra
en una fase sensible para el trabajo aeróbico, por lo que las
incidencias del entrenamiento deben ir dirigidas hacia el metabolismo
aeróbico de carácter extensivo.”
Volkov
y Filin(8) consideran que el período de más progreso en la
resistencia aerobia es entre los 12 y 17 años, mientras le
resistencia anaerobia soporta mayores transformaciones de los 16 a 18
años, sin establecer diferencias sexuales. Nuestra
Experiencia confirma que las observaciones de los autores citados no
deben ser absolutas, pues en estas edades se pueden presentar
variaciones diferentes debido a los cambios propios de la edad.
MASCULINO
En
los varones se observaron los cambios más notables de la resistencia
aerobia entre los 13 – 14 años para la resistencia, mientras en los
15 – 16 años el progreso fue similar en fuerza y resistencia, a la
vez que el salto mayor en la categoría juvenil resultó en la fuerza,
observándose un pobre mejoramiento de las capacidades velocidad y
resistencia. Es importante observar que en todas las categorías la
velocidad mostró un incremento muy bajo, lo cual pudiera estar
relacionado con las deficiencias de base que presentaban estos atletas
en esta capacidad, siendo esto una barrera para crecer en el futuro a
resultados de relieve internacional. La
edad que debe ser considerada en todos los casos es la biológica,
pues la cronológica pudiera conducir a errores ya que puede darse el
caso de niños que presentan la misma edad cronológica y sin embargo
las diferencias en edad biológica son notables, a la vez que niños
que presentan una evolución biológica similar, tienen diferente edad
cronológica y deportiva. Es muy importante en estos casos el
seguimiento evolutivo individual.
n
este caso las cargas de entrenamiento deben ser diferenciadas, a pesar
de que tiene la misma edad cronológica, sin embargo en el siguiente
caso, pudieran ser entrenados con las mismas cargas, no obstante
presentar diferente edad cronológica. Los
ejemplos fueron tomados del material de editado por la IAAF para los
cursos de entrenadores de nivel I(9) Otro
aspecto importante, que debe ser analizado con suma cautela, es la
distribución de las cargas en los microciclos de entrenamiento. La
cercanía de grandes cargas pudiera afectar el desarrollo biológico
normal de los atletas, por lo que cada carga debe ser analizada en su
conjunto, definiendo en la interacción de volumen e intensidad, si
clasifica como Pesada (por su magnitud se necesitan 72 horas o más
para la recuperación del deportista), Media (la recuperación se
logra entre las 24 y 48 horas aproximadamente), Ligera (se logra una
adecuada recuperación entre 10 y 24 horas) o Descanso activo (permite
la regeneración o la recuperación activa, eliminando con más
facilidad los efectos de fatiga). A continuación exponemos algunos ejemplos de microciclos, que pudieran ser utilizados con menores; destacando que éstos son sólo variantes que el entrenador pudiera enriquecer, siempre cuidando el cumplimiento de los principios del entrenamiento.
En
la preparación, los descansos activos pudieran ser varios, de acuerdo
con el objetivo del microciclo. Resulta muy importante la utilización
de esta forma de recuperación, sobre todo para mantener la motivación
de los practicantes, a la vez que tenemos la oportunidad de incluir el
trabajo de elementos para el desarrollo de la coordinación, ampliando
de esta forma el nivel de experiencia motora del deportista. En
muchas ocasiones, no disponemos de cinco días, pudieran ser tres o
cuatro, en estos casos debemos analizar la carga docente del
deportista y de acuerdo a ésta, proponer trabajos alternativos en
coordinación con los padres, a lo que haremos referencias
posteriormente en este documento.
Este
microciclo presupone que el deportista tiene competencia o control el
día sábado, por lo que se deben utilizar todos los medios de
recuperación disponibles. Es importante considerar que las
competencias o controles en estos casos forma parte dinámica de la
preparación y no es bueno por consiguiente preparar al deportista
para estas competencias en específico, sólo deben formar parte del
microciclo como una carga más. Esta tendencia permite competir muchas
veces en el año sin obtener sobrecarga y además hace más motivada
la preparación.
La
preparación integral del deportista tiene
como punto de partida el sustento
teórico que el especialista sea capaz de trasmitir a los
educandos, sólo de esta forma es posible la realización de la
actividad deportiva de forma consciente. El practicante debe recibir
los contenidos teóricos que le permitan
una interpretación clara de
las actividades que se desarrollan en
entrenamientos y competencias, a
partir del conocimiento de los objetivos de la preparación, por lo
que ésta comienza con el análisis de la planificación del
entrenamiento, así como de sus objetivos. En
el plan de preparación teórica se deben incluir
también contenidos sobre las siguientes temáticas: >
Técnica de los movimientos. >
Reglas y arbitraje. >
Hábitos fisiológicos y autocontrol diario del deportista. >
Higiene general y específica del deporte. >
Historia del deporte. >
Los valores humanos en el movimiento deportivo mundial. >
El carácter social del deporte. >
Los efectos negativos del doping, su influencia social y la
reglamentación antidoping. >
La comercialización en el deporte. >
Novedades Culturales. Los ejes transversales de la enseñanza, constituyen un pilar importante en el aumento del nivel teórico de los practicantes, por lo que el entrenador debe realizar un seguimiento del programa general de enseñanza que recibe el atleta, estableciendo los nexos correspondientes sin forzar el contenido del entrenamiento. La
preparación psicológica del deportista debe ser planificada desde
edades tempranas, pues influye notablemente en la formación de su
personalidad. Este
componente tan importante de la preparación del deportista debe ser
atendido en la medida de las posibilidades por el entrenador, en
relación con el personal médico y paramédico; pero nunca debe ser
olvidado, ni pasar a un segundo plano, pues de este contenido depende
en gran medida el resultado deportivo a largo plazo. Recomendamos
realizar la planificación y control de este componente en coordinación
con el psicólogo deportivo o en su defecto con el de la comunidad.
La
familia continúa siendo el eslabón principal de la sociedad, por lo
que el entrenamiento deportivo no debe alejarse
de
esta realidad, más que esto, debe aprovechar las ventajas que le
ofrece el entorno familiar favorable, para el logro de los objetivos,
así como el compromiso de los padres y familiares en general, en el
proceso de formación del deportista. Nuestras experiencias en el
campamento para asmáticos, creado en Ciudad Habana a principios de la
década del 80, resultó una variante alternativa para ser utilizada
en los centros de Alto Rendimiento del país. Al
iniciar el proyecto del citado centro, por lo costoso que resultaba
mantener tantos niños durante un período prolongado en el
tratamiento, se disidió incluir a los padres en el mismo y reducir su
estancia a una semana en cada semestre, de manera tal que rotaron por
el centro en tres meses, más de 2400 niños con sus respectivos
familiares (un acompañante por cada uno, preferentemente uno de los
padres), a razón de 200 por semana aproximadamente. Se logró
aprovechar la incalculable influencia de los padres en todos los
sentidos. “Normalmente
los padres son las figuras más importantes en la vida de los niños,
sobre todo durante los primeros años. A medida que vayan creciendo,
los niños se hacen más independientes de los padres y la influencia
de los padres se comparte con la influencia de los otros. Sin embargo
los padres todavía tienen una influencia importante sobre la impresión
que tienen los niños del deporte y la mayoría de los niños quieren
complacer a los padres en sus esfuerzos.”(10) De
esta forma, los niños y padres aprendían las particularidades del
tratamiento y lo seguían en sus casas, con el correspondiente control
médico sistemático y regresaban al centro al cabo de seis meses,
para la renovación y perfeccionamiento del tratamiento. Esta
forma de comprometer a los padres en la aplicación de las cargas de
entrenamiento, permitió obtener un doble efecto social, de acuerdo
con la Investigación Acción Participativa realizada posteriormente
en varios Centro de Alto Rendimiento del país, se logró una mayor
efectividad de los entrenamientos, así como la incorporación de más
del 50% de los familiares a la práctica sistemática de las
actividades físicas, con el lógico efecto en el estado de salud de
la comunidad. Esta
variante de trabajo mancomunado con la familia puede ser utilizada con
eficacia, siempre que logremos comprometer a los padres en el proceso,
ya sea para el entrenamiento REFERENCIAS
BLIBLIOGRÁFICAS. 1.
Ortega R. El entrenamiento de maratón En: Plata, F., N. Terrado y P.
Vera. La maratón. Aspectos técnicos y científicos. Madrid,
Editorial Alianza Deporte, 1994. Capítulo 9, p 189. 2.
Thompson, P. Introducción a la teoría del entrenamiento. Londres,
IAAF, 1991. p 5.12 3.
Ibid. p 4,7 4.
Alonso, R. y H. Pila. Experiencias de un método para la preparación
de atletas. Editorial Ciencias Médicas. La Habana. 1985. 5.
Alonso, R.Estructura organizativa-metodológica para la formación de
atletas elites. Una concepción. Buenos Aires,
Lecturas de Educación Física y Deportes, Revista digital No. 27,
Noviembre 2000. 6.
Zintl Fritz. Entrenamiento de la resistencia. Barcelona, Ediciones
Martínez Roca, S.A., 1991. p 199. 7.
García Verdugo y Xavier Leibar. Entrenamiento de la resistencia en
corredores de los mediofondo y fondo. Madrid, Editorial Gymnos, 1997.
p 315. 8.
Vólkov,V. M. Selección Deportiva/ V. M. Vólkov. 1987
p 4. 9.
Thompson, P. Op. Cit. p 5.7 10. Ibid. p 4.20
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